Reseña «Qué difícil es ser un dios»

En elepisodio de hoy del programa `Qué difícil es hablar de esta película´ traemos:

Qué difícil de ser un dios es un film complejo y denso, que a mi parecer es como el Don Quijote Ruso del Cine la Ciencia Ficción por su complejidad y su narrativa lenta. Basada en el libro de los hermanos Strugatsky, fue dirigida por Alekséis Guerman y estrenada en 2014. Se tardó 10 años en grabarse y por desgracia, el director de la obra en la que se basa, murió justamente antes de verla estrenada.

Qué difícil es ser un Dios - La Crítica de SensaCine.com

Tuve la oportunidad de verla en un ciclo de distopías en el Cine Monopol.

En un futuro indeterminado, los científicos de la tierra mandaron exploradores a un planeta lejano con la misión de observar la cultura de dicho planeta. Don Rumata, el personaje principal, es un humano noble en X al que todo el mundo respeta y hasta venera. Él poco a poco va tratando de hacer que los habitantes, que están anclados en lo que parece la Edad Media de la Tierra, avancen. Durante su viaje podremos ver desde los bajos fondos hasta la corte y los aposentos del propio personaje. Existen diversas facciones dentro de la sociedad y cada una juega unos papeles diferentes.

Estamos posiblemente ante la mejor película basada en la Edad Media, aunque en realidad se traten de extraterrestres. Está grabada en blanco y negro. El ambiente es decadente y hasta depresivo, siempre lloviendo y lleno de fango, que sumado al filtro de blanco y negro le da un toque todavía más oscuro. Todo ello para representar la crudeza del entorno que rodea a los pobladores. Hay muchas imágenes crudas.

Si tuviera que destacar lo mejor de la película sin lugar a dudas –aunque la trama está bastante bien– me quedaría con lo que llega a transmitir. Uno puede llegar a sentirse dentro de la Edad Media, casi puede oler lo nauseabundo del ambiente, el olor y la incomodidad de andar por el barro. Las calles están todas enfangadas y llenas de porquería. El hecho de que esté grabado en primera persona nos acerca el verlo todo desde la perspectiva cercana a Don Rumata. Está hecho así por eso mismo: para que sintamos la misma impotencia que él al pasearse por la ciudad del planeta de Arkanar. Pueden apreciarse las diferencias entre las castas más bajas y la corte.

Qué difícil es ser un dios (Trudno byt bogom, 2013), de Aleksey German. –  Esculpiendo el tiempo 2.0

Es una película que no es apta para todos los públicos. De hecho no puedo recomendarla a cualquiera. Es una película extremadamente lenta, que al principio puede resultar infumable. A quienes no les guste, no tardarán en dejar de verla. Sin embargo, lo que transmite es mágico. Aunque si algo hay que reconocerle a la obra, guste o no, es la sensación de un realismo auténtico. Creo que es de esas que o te gusta mucho o la odias con toda tu alma. Si te gusta el cine y estás abierto a disfrutar de historias peculiares y poco convencionales, te recomiendo encarecidamente que la veas.

Don Rumata está en la situación de que en teoría solo debe observar, pero cómo se puede observar la tiranía sin intervenir y más cuando los que te rodean de idolatran. Ese es el mayor dilema de la película.

Cuando salí de verla me gustó pero tampoco la tenía por las nubes. Creo que es una película que se digiere mejor cuando han pasado unas horas y recapacitas sobre lo que has visto. Desde luego se ha convertido en una de mis películas favoritas.

Qué difícil es ser un Dios

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